13 de julio de 2011

Biografías de ilustres desconocidos: Juan Pedro Pezaguetti y la contradicción practica en sus teorías del amor


Juan Pedro Pezaguetti era un joven entrado en años. Pese a tener muchas primaveras en su vida, por momentos parecían menos y con el correr de los vasos de vino parecían más de las que él se atribuía en realidad. Algo similar a lo que ocurría con sus teorías a lo largo de una noche, en donde generaba cambios significativos en sus tesis al menos 4 veces desde su discurso inicial, aunque esto era proporcional a la cantidad de vasos de vino que pudiera tolerar su organismo. Pero pese a su estado etílico, cada nueva teoría, era defendida con tanta pasión que sus interlocutores optaban por darle la razón y contradecirlo en algún momento en que el orador estuviera más fresco, momento que nunca llegaba y que llenaba de orgullo a Pezaguetti al no encontrar quien pudiera contra sus pensamientos.

Era complejo utilizar citar a Pezaguetti en alguna conversación. Más de una vez los interlocutores tomaban diferentes argumentos para una misma idea generando debates muy complicados de resolver. Esto era propio de que al no contar con demasiados textos escritos, solo se tomaba la transmisión oral de su confusa teoría llevando a que los relatores tomaran diferentes posturas de una misma temática citando al mismo autor.

Se comenta que existen algunas páginas que esbozan algún libro que nunca llegó a ver la luz. Algunos piensan que la falta de materialización se generaba por que los editores no llegaban a dilucidar cuál era la postura fuerte de sus hipótesis las cuales demostraban diferentes respuestas contradictorias en el propio desarrollo de su trabajo. Esto era un tema sensible para él, aunque se contentaba diciendo que la temática del amor tiene mala prensa en estos tiempos y prefería no perderse compartiendo en alguna estantería entre los libros de los gurús que ayudan a ayudarse.

Los que más lo conocieron, lograron coincidir en el desarrollo de un par de conceptos claves que se repetían como tópicos en algunas de sus ponencias. En el primero de ellos, sostieneque las emociones se generan en un espacio relacional. Partiendo de esto, toma al amor como una emoción mucho más compleja que se vincula con el enojo o la ira. El punto común parte de la idea de que la ira se sostiene en el tiempo mediante la reflexión que nos vuelve a la escena del enojo, teniendo consecuencias físicas y mentales similares al del momento real. Esta idea, se centraba en el concepto de Espacio Relacional, la cual era una de las ideas más fuertes que había heredado de uno de sus maestros a quien admiraba y sostenía en el tiempo a pesar de que no pudiera discutir más con él.

Esta tesis atraía a muchos teóricos que se desilusionaban al conocer la puesta en práctica de Pezaguetti tomando su propia teoría. Y es que si bien se lo conocía como un seductor, nunca llegó a prosperar en más de un beso y mucho menos en desarrollar una relación solida.  El explicaba esta situación argumentando que sus acompañantes no encuadraban dentro de ideal de su espacio relacional. Siempre encontraba un detalle para descartar a sus acompañantes. A continuación, detallamos alguno de sus argumentos a modo ilustrativo.

·         Es de muy baja estatura
·         Es de muy alta estatura
·         Habla mucho
·         Habla demasiado poco
·         No escucha
·         Se rie mucho 


De esta manera, todo quedaba en una eterna seducción que no se proyectaba a futuro, ya que siempre encontraba algún detalle que no cuadrara con su ideal de acompañante, que lo imposibilitaba ir más allá.
Este tipo de respuestas despertó una gran polémica entre los estudiosos que empezaron a formar algunas en torno a la práctica de su propia teoría. Mientras los pragmáticos castos aplaudían el desarrollo de este concepto, desde la Ultra Derecha de las Rosas Rojas criticaban la falta de materialización de la acción. Pero la crítica más dura fue la del francés John Sévère, amigo Pezaguetti  y uno de los representantes de los Bohemios de Izquierda más importantes de Europa.

 Sévère da cuenta de su crítica en un ensayo publicado el 22 de febrero del año 1989, denominado “Les incohérences de la pratique dans les relations. Un regard sur les craintes de Jean-Pierre Pezaguetti “  y cuya traducción estuvo a cargo de la escuela  argentina bajo el titulo “Las incongruencias de la practica en las relaciones. Juan Pedro Pezaguetti es un cagon”

En resumidas líneas, Sévère, toma como hipótesis la incapacidad de relación viviendo una situación ideal dentro de su imaginario, que se pone en riesgo al intentar llevarla a un plano de lo real. Esto implicaría afrontar un primer obstáculo que genera el temor a no ser correspondido. El tono del ensayo continua en una misma línea finalizando con la frase “no te bancas que te dejen de cara” en la traducción al español.

Por su parte, Juan Pedro Pezaguetti, le envió una carta en donde responde a dichas críticas. En esas páginas se explaya con sobrados argumentos que determinan el porqué de su práctica esbozando una breve teoría sobre las formas de manifestar el cariño. Allí, se detiene en la idea de que su práctica no se basa en el temor al rechazo, sino a que quien lo acompañe no pueda comprender su inexpresividad a la hora de intentar manifestar sus sentimientos. Luego de su exposición poco solida, finaliza con un saludo y la frase “No vas a entender… sos un pollerudo”

Luego de este intercambio teórico, el francés, lo invita a su casa para poder discutir personalmente su teoría.
Lo cierto es que Pezaguetti no volvió de Francia en donde pasa sus días sin dar a conocer sus nuevos desarrollos teóricos. Las últimas noticias indicaban que la reunión tuvo algunos percances generados por el título del ensayo en su traducción al español y la respuesta que envió al francés. Según las crónicas de los medios franceses de aquella semana, ambos salieron a la puerta del hogar de  Sévère  y tuvieron una fuerte discusión que termino a los golpes. De la contienda, también participaron, la mujer de Sévère y un vecino que intentó separar a los colegas sin demasiados resultados. El episodio terminó con ambos hospitalizados y con tiempo de afinar las asperezas generadas por el error de traducción.

Algunos amigos de Pezaguetti, comunicaron que la mujer de  Sévère tuvo la oportunidad de presentarle a una amiga de la cual quedó profundamente enamorado. Esto llevó a que Pezaguetti deje de racionalizar la temática amorosa y pudiera concentrarse a la práctica en base a la construcción de un espacio relacional conjunto con sus pros y sus contras. En aquella mujer habría encontrado esa inexpresividad a la hora de demostrar el cariño, lo cual puso en crisis su visión sobre los estereotipos del amor. Por otro lado, resuena mucho la anécdota de que pudo conceptualizar el concepto que dio cierre de aquella carta que generó conflicto y estaría usando con mucha regularidad el término “Pollerudo” en las reuniones a las cuales asiste con su amigo.

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