15 de noviembre de 2011

Soy lo que quieras que sea


 Uno de los primeros filósofos de terraza planteaba siempre esta situación…


“Me resulta  gracioso cuando salgo de córtame el pelo y camino hacia mi casa. Siempre me encuentro con alguna persona que me saluda  ¨¿Te cortaste el pelo?... qué lindo te queda¨, luego sigo mi camino sonriendo y a las dos cuadra me encuentro a un vecino que dice ¨¿Te cortaste el pelo?... te mataron con ese corte¨ y esa sonrisa se me borra, hasta la cuadra siguiente en donde me saluda otra persona y no me dice nada de mi corte de pelo ya que no lo nota. Y me pregunto... ¿A quién le debo hacer caso?



Esta pregunta no es algo sencillo de responder ya que todos estamos atravesados por las representaciones de los demás a pesar de que nos pensemos independiente o ajenos al “qué dirán”. Nos vamos moldeando en el dialogo con el otro hasta descubrirnos en cuestiones sobre las cuales no habíamos reflexionado y nos marcan los demás. En cierta manera somos eso que piensan de nosotros y mucho más.

Esto suele ser algo peligroso para aquellos que están atravesando por ese momento de espera. Somos más vulnerables a creer en aquello que nos dicen y siempre nos encontramos con personas dispuestas a hacernos creer que estamos de determinada manera. Nunca falta el amigo que quiere jugar al psicólogo y nos hace vivir momentos pocos felices. Por ejemplo….

Amigo – Hey! Como estas
El que espera – Todo bien… ¿Vos?
Amigo – ¿Seguro que estas bien?... me entere que cortaron… ¿Vos como estas?
El que espera – Y… por ahora bien, creo que es cuestión de esperar
Amigo – Mmm… las esperas son… pero bueno, me imagino que debe ser duro… después de…
El que espera.- No pero la verdad que estoy bien… bueno por ahí me pinta el bajón
Amigo- ¿Y porque cortaron?
El que espera- Y la verdad no tengo muchas ganas de hablar de eso
Amigo – Y claro, es muy reciente…. Pero no te hagas drama, ya vas a encontrar a alguien
El que espera – bueno me voy… (Mientras desdibuja su sonrisa y la calma que había logrado se convierte en el malestar que representó su amigo)

Pero esto es propio de que todos juzgamos y pre juzgamos para establecer algunos parámetros que se generan en las relaciones. Estos parámetros son las propias representaciones de nosotros que entran en juego a la hora de interactuar en los diferentes momentos. En las propias relaciones se van generando diferentes cambios en las representaciones que molestan cuando en determinadas situaciones no son las esperadas. Es por esto que siempre recordamos una determinada representación de la persona en la relación y no otra.
Esto también es necesario para poder alejarnos de a poco y comenzar a poner distancia. Si nuestra ultima representación fue que el otro es una persona aburrida y no nos prestaba la suficiente atención, eso nos servirá como parámetro para intentar no volver sosteniendo esta idea.

Y es que por más que veamos que la otra persona realiza algún tipo de cambio, intentaremos seguir atribuyendo esos elementos negativos con el objetivo de generar algún tipo de distancia que nos construya desde ese lugar lejano.

                                       

“Somos todo eso y lo que tal vez lleguen a conocer”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy lindo, me gusto!

KeYo de Sespere dijo...

Me alegro anonimo. Gracias por comentar