8 de marzo de 2011

Carta de despedida de Javier


Male:
Debo confesar que pensé que conocía las reglas después de jugar dos veces el mismo juego. También, debo admitir, que pensé en más de una ocasión como hubiese sido la historia si hubieses elegido de manera diferente. Mucho costo salir de ahí, pensar en que perdí y que fui un peón de un juego al cual no quería volver a jugar y mucho menos volver a perder… pero soy humano, y dicen que somos los únicos en tropezar con la misma piedra.
Sé que dentro de tu juego siempre sostuviste la idea de que no era un juego, que los amigos son así y que éramos especiales porque nuestros límites llegaban un poco más lejos de lo que estaba socialmente establecido. Lo mismo era con él, era mi amigo, pero al final el fue el ganador y yo perdí a los dos.
Pero acepte las reglas, volviste y volví a creer… creer en tus tiempos, en que “todavía no estoy preparada” pero a su vez “sos el vago ideal” y un doble discurso que me confunde de nuevo y me limita a poder pensar en frio.
Estamos años luz de aquel momento y sin embargo siento la incertidumbre de que aquel momento es hoy y que ya va a aparecer otro personaje para jugar este juego que no es más que una serie de mentiras en la cual uno parece interpretar más de lo que la otra persona está dispuesta a entregar. Y es que como para que para que exista una mentira debe haber alguien que la cree, para que exista amor debe haber dos personas que se quieran y evidentemente acá solo hay uno.
Hasta acá llego mi jugada. Si para cuando termine de correr el reloj de arena que marque el fin de mi turno todavía sentís algo por mi te espero para hablar, pero esta vez sin juegos.

                                               Javi

No hay comentarios: